Tiempo de Pascual
Domingo, 21 de abril de 2019
- 1ra lect.: Hch 10,34ª.37-43
- Sal 117
- 2da lect.: Col 3,1-4
- Evangelio: Jn 20,1-9
PRIMERA LECTURA
Nosotros hemos comido y bebido con él después de su resurrección.
Lectura de los Hechos
de los Apóstoles. Hch 10,14a.37-43.
En
aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: -Hermanos: Vosotros conocéis lo
que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque
la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con
la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los
oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos
de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un
madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el
pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos
comido y bebido con él después de su resurrección.
Nos encargó predicar al
pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y
muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él
reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.
Palabra
de Dios.
Salmo
responsorial. Sal 117,1-2.16ab-17.22-23.
R./ Este es el día en
que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo
Dad gracias al Señor,
porque es bueno,
porque es eterna su
misericordia.
Diga la casa de Israel:
Eterna es su
misericordia.
R./
La diestra del Señor es
poderosa,
la diestra del Señor es
excelsa.
No he de morir, viviré
para contar las hazañas
del Señor.
R./
La piedra que
desecharon los arquitectos,
es ahora la piedra
angular.
Es el Señor quien lo ha
hecho,
ha sido un milagro
patente.
R./
SEGUNDA LECTURA
Buscad los
bienes de allá arriba, donde está Cristo.
Lectura de la carta del
apóstol San Pablo a los Colosenses. Col 3,1-4.
Hermanos:
Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde
está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a
los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo
escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también
vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.
Palabra de Dios.
SEGUNDA LECTURA (2)
Barred la
levadura vieja, para ser una masa nueva.
Lectura de la primera
carta del apóstol San Pablo a los Corintios. 1 Cor 5,6b-8.
Hermanos: ¿No sabéis
que un poco de levadura fermenta toda la masa? Barred la levadura vieja para
ser una masa nueva, ya que sois panes ácimos. Porque ha sido inmolada nuestra
víctima pascual: Cristo.
Así, pues, celebremos
la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con
los panes ácimos de la sinceridad y la verdad.
Palabra de Dios.
SECUENCIA
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los
culpables
unió con nueva Alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es
Vida,
triunfante se levanta.
¿Qué has visto de
camino,
María, en la mañana?
-A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.
Primicia de los
muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no
manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Amén. Aleluya.
ALELUYA . 1 Cor
5,7b-8a.
Aleluya. Aleluya. Ha
sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebremos la Pascua.
Aleluya.
EVANGELIO
El había le
resucitar de entre los muertos.
Lectura del santo
Evangelio según San Juan. Jn 20,1-9.
El
primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando
aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue
donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien quería Jesús, y les dijo:
-Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
Salieron Pedro y el
otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro
discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y,
asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón
Pedro detrás de él y entró en el sepulcro. Vio las vendas en el suelo y el
sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas,
sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el
que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no
habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
Palabra del
Señor.
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