Trigésimo
Segundo Domingo. Tiempo Ordinario Ciclo
B
Color: verde IV Semana del Salterio
Nos encontramos frente a dos mujeres viudas y pobres; por tanto,
están dentro de un grupo social que encarnaba la desgracia y el colmo del
infortunio en aquella sociedad de entonces, por carecer de marido y de ingresos.
En los dos casos bíblicos de este Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo
Ordinario, en el ciclo B, la calidad personal, la actitud de compartir lo que
se tiene y la autodonación, incluidas en el gesto de ambas viudas, contaron
ante Dios más que la cantidad material de su respectiva ofrenda, muy
insignificante en ambos casos: un panecillo y unos centavos (unos chelitos, diríamos
en República Dominicana.
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