martes, 5 de mayo de 2020

LECTURAS


V Domingo de Pascua.  Ciclo A

Color: BLANCO

Domingo, 10 de mayo de 2020

CITAS BÍBLICAS

-          1ra lect.: Hch 6, 1-7
-          Sal. 32
-          2da lect.: 1P 24-9
-          Evangelio: Jn 14, 1-12

"Corresponsabilidad eclesial"


PRIMERA LECTURA

“Escogieron a siete hombres llenos de Espíritu Santo”.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles.  6, 1-7

En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas. Los apóstoles convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron: No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra.
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Simón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.
La palabra de Dios iba cundiendo y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.
Palabra de Dios.

Salmo responsorial   Sal 32, 1-2. 4-5. 18-19

R./ Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos;
dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas.
R./
La palabra del Señor es sincera
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
R./
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
R./

SEGUNDA LECTURA

“Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real”.

Lectura de la primera carta del apóstol San Pedro.  2, 4-9

Queridos hermanos: Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu formando un sacerdocio sagrado para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo.
Dice la Escritura:
«Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado».
Para vosotros los creyentes es de gran precio, pero para los incrédulos es la piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular, en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino.
Vosotros, en cambio, sois una raza elegido, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que nos llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa.

Palabra de Dios.             

ALELUYA   Jn 14, 5
Aleluya, aleluya. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida -dice el Señor-. Nadie va al Padre sino por mí. Aleluya.

EVANGELIO

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”.

Lectura del santo Evangelio según San Juan.  14, 1-12

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: -No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y a donde yo voy, ya sabéis el camino.
Tomás le dice: Señor, no sabemos a dónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino?
Jesús le responde: -Yo soy el camino, y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.
Felipe le dice: Señor, muéstranos al Padre y nos basta.
Jesús le replica: -Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre». ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.

Palabra del Señor.

¡Feliz Pascua de Resurrección. Aleluya. Aleluya!
V Domingo de PASCUA.  Ciclo A

10 de mayo de 2020



Homilía

No hay comentarios.:

Publicar un comentario