Domingo, 15 de septiembre de 2019
CITAS BÍBLICAS
- 1ra lect.: Ex 32,7-11.13-14
- Sal 50
- 2da lect.: 1Tim 1,12-17
- Evangelio: Lc 15,1-32
EL AMOR NO MARGINA
Monición de Entrada
Buenos, días,
tardes, noches. Hoy la Iglesia quiere recordarnos la misericordia y el gran
amor que Dios tiene para con nosotros. Ya en el antiguo testamento, por
intercesión de Moisés, Dios mostró su misericordia. Hoy, en la persona de
Cristo, vemos el amor infinito de Dios que nos busca siempre para darnos más
vida. El ser humano debe recrearse en la imagen de Dios, que es, entre otras
cosas, un Dios perdonador. Celebremos el misterio de la misericordia divina en
esta Eucaristía dominical. De pie, para recibir a los ministros cantando
alegremente.
Primera
lectura: Éxodo 32, 7-11. 13-14 (El Señor se arrepintió de su amenaza)
La primera
lectura, tomada del libro del Éxodo, nos presenta a Israel, pueblo débil e
inconstante, adorando y danzando ante un becerro de oro. Dios perdona al pueblo
en atención a las súplicas de Moisés. Escuchemos.
Segunda
lectura: I Timoteo 1, 12-17 (Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores)
San Pablo,
en su primera carta a su amigo Timoteo, alaba la misericordia de Dios. El
apóstol es un testigo excepcional del misericordioso amor de Dios con el hombre
pecador. Pongamos atención.
Tercera
lectura: Lucas 15, 1-32 –breve: 1-10 (Parábolas de la misericordia)
En el texto evangélico de hoy,
san Lucas nos ofrece tres parábolas (la oveja perdida, la moneda perdida y el
hijo pródigo) sobre la misericordia de Dios. Escuchemos estas conocidas
parábolas, y hagámoslas práctica en nuestras vidas. De pie, por favor, para cantar el Aleluya.
Oración
Universal:
- Por el Papa, los Obispos,
sacerdotes y diáconos, para que sean signo de la misericordia de Dios en
el mundo, por su espíritu de perdón y reconciliación. Roguemos al
Señor.
- Por aquellos que han
abandonado la Iglesia, para que regresen arrepentidos y experimenten la
misericordia de Dios. Roguemos al Señor.
- Por los cristianos, para que olvidando las ofensas, concedan el perdón sin rencor y con profunda
alegría. Roguemos al Señor.
- Por los creyentes, para que
no den culto a los dioses falsos, ni al oro, ni a la riqueza, antes bien,
reconozcan agradecidos los beneficios de Dios. Roguemos al Señor.
- Por nosotros los aquí
reunidos, para que continuemos realizando con nuestro prójimo las obras
misericordiosas de Cristo. Roguemos al Señor.
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