Color: MORADO
Miércoles, 6 de marzo de 2019
Sagrada Escritura:
Sagrada Escritura:
- 1ra
lect.: Dt 26,4-10
- 2da
lect.: Rom 10,8-13
- Evangelio:
Lc 4,1-13
PRIMERA LECTURA
Lectura del profeta Joel. Jl 2,12 18.
Dice el Señor
todopoderoso: Convertíos a mí de todo corazón: con ayuno, con llanto, con luto.
Rasgad los corazones, no las vestiduras: convertíos al Señor Dios vuestro;
porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se
arrepiente de las amenazas. Quizá se convierta y se arrepienta y nos deje todavía
la bendición, la ofrenda, la libación del Señor nuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno,
convocad la reunión; congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los
ancianos, congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba;
la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes,
ministros del Señor, diciendo: «Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, no
entregues tu heredad al oprobio; no la dominen los gentiles, no se diga entre
las naciones: ¿Dónde está su Dios? Que el Señor sienta celos por su tierra y
perdone a su pueblo».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial.
Sal 50,3-4.5-6a.12-13.14 y 17.
R./ Misericordia, Señor: hemos pecado.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
R./
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé.
R./
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
R./
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a
los Corintios. 2 Cor 5,20-6,2.
Hermanos: Somos
embajadores de Cristo, siendo Dios el que por medio nuestro os exhorta; os lo
pedimos por Cristo: dejaos reconciliar con Dios. El cual, por nosotros, hizo
pecado al que no conocía el pecado, para que por él llegáramos a ser justicia
de Dios.
Os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de
Dios. Porque él dice: «En el tiempo de la gracia te escucho; en el día de la
salvación te ayudo».
Pues mirad: Ahora es tiempo de la gracia; ahora es
el día de la salvación.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Mateo. Mt
6,1-6.16-18.
En aquel tiempo dijo
Jesús a sus discípulos: -Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los
hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de
vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la
trompeta por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las
calles con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han
recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu
mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu
Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis no seáis como los hipócritas, a
quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para que los
vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra
la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo
escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis no andéis cabizbajos, como los
farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os
aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y
lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está
en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Palabra del Señor
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