Domingo, 5 de abril de 2020
CITAS BÍBLICAS
- Procesión: Mt 21, 1-11
- 1ra lect.: Is 50,4-7
- Sal 21
- 2da lect.:
Flp 2,6-11
- Evangelio: Mt
26, 14-27, 66
“UN PERDÓN QUE REGENERA”
¿QUIÉN ES ESE?
El asno todavía
se sentía envuelto en el resplandor del día más glorioso de su vida. Nunca
hasta entonces había experimentado tanta excitación y había sentido tanto
orgullo.
A la mañana
siguiente salió del establo y se dirigió a la ciudad. Junto al pozo encontró un
grupo de personas y pensó: ahora me voy a exhibir delante de estas gentes.
Nadie le prestó la menor atención y siguieron llenando sus cántaros.
“Echen sus
túnicas y sus capas”, les dijo enfadado. ¿No saben quién soy?
Le miraron entre
carcajadas, le dieron unos azotes y lo mandaron a paseo.
“Paganos
miserables”, dijo para sus adentros.
“Iré al mercado
donde hay buena gente, seguro que me recordarán”. Pero nadie le hizo caso y
siguió caminando.
“Los ramos de
olivo. ¿Dónde están los ramos de olivo?”, gritó.
“Ayer me
aclamaban con ramos de olivo”.
Herido y
decepcionado, el asno volvió al establo, a casa, junto a su madre.
“Tonto”, le dijo
su madre con ternura.
¿No te das cuenta
que sin ÉL, tú no eres más que un asno cualquiera?
Sin ÉL eres sólo
un asno.
El domingo de
Ramos o de Pasión es la puerta que nos introduce en la Semana Grande del
calendario litúrgico, La Semana Santa.
Hemos proclamado
el relato de la Pasión de Jesús.
Son muchos los
personajes descritos, todos tienen su papel, todos toman sus decisiones y todos
son necesarios. Su nombre, y el mío, están también escritos en este relato.
Hasta el burro
tuvo sus quince minutos de gloria. Su problema fue que se creyó el protagonista
del día y quiso seguir siéndolo el día después.
El sentido común
de su madre lo puso en su sitio: sin ÉL eres sólo un burro.
¿Quién es ese
ÉL?
Hoy, hemos
procesionado con ramos de olivo y hemos dicho Hosanna, Sálvame. Pero se lo
hemos gritado a ÉL.
Ese Él es Jesús,
el Señor, el Salvador.
Ese Él es el que
nos ha reunido aquí, el que sigue haciendo camino con nosotros, el que nos abre
los ojos y nos enseña a vivir como hijos del Padre y como hermanos.
Ese ÉL es
conocido por muchos y seguido por pocos. Muchos lo admiran, pocos lo imitan.
Ese ÉL es el que
fue crucificado por Poncio Pilato, el que no liberó a los judíos de la opresión
del imperio romano y fue crucificado por Caifás y por todos los desilusionados
porque no había redimido a Israel. No quiso deshacer nuestras decisiones, no
vino a eclipsarnos, vino a enseñarnos a ser libres como ÉL lo fue y en libertad
aceptarlo o negarlo.
Religión y
violencia han convivido siempre. Matrimonio que aún persiste en nuestros días
en muchos países.
Dios no tenía
ningún plan. Nada estaba escrito. Dios no necesita la sangre de Jesús para
salvarnos.
La sangre era la
bebida que los dioses homéricos tenían que beber para ser inmortales.
A nosotros no
nos salva la muerte cruenta de Jesús, nos salva su amor llevado hasta el
límite.
En este domingo
de Ramos, de gloria y aparente triunfo, hemos proclamado el relato de la
Pasión, pasión-amor y Pasión-cruz para recordarnos que “El Reino de Dios significa
la eliminación de toda forma de violencia entre los individuos y las naciones”.
Simone Weil
Vivimos tiempos
de violencia estatal y guerra fratricida, Túnez, Libia, Egipto…violencia y
alianza perversa del estado y de la religión. La guerra en nombre de Dios es
más intolerable que cualquier otra.
Nosotros los que
celebramos a Jesús, Mesías humilde y pacífico, y seguimos de lejos sus huellas
tenemos que denunciar toda violencia y especialmente la que tiene su raíz en la
religión que quiere imponerse por la fuerza y eliminar todas las demás
religiones.
No podemos matar
la esperanza y el amor por el egoísmo y el protagonismo humano.
“Nuestro tiempo
morirá, no por el pecado, sino por la falta de pasión” escribió Soren
Kierkegaard-
“La mayor parte
de las iglesias morirán de aburrimiento antes que por las controversias”, John
Spong.
Domingo de
Ramos, Domingo de Pasión, puerta abierta a la alegría y al compromiso
cristiano, nunca al aburrimiento de los que ya se saben el principio y el final
de la historia y no esperan casi nada de Él.
Domingo de RAMOS
Ciclo A
29 de marzo de 2020
Hechos
que son Noticias
Mons. Francisco Ozoria comparte reflexiones en torno a
al momento de crisis que vive nuestro
país y en el mundo a causa del Coronavirus
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