Miércoles, 26 de febrero de 2020
CITAS BÍBLICAS
I Lec. Joel 2, 3;12-18
Salmo Responsorial 50
II
Lec. II Cor 5, 20-6,2
III Lec. Mateo 6,1-6.16-18
En camino hacia la Pascua
PRIMERA LECTURA
Lectura
del profeta Joel. 2, 12-18
Dice el Señor todopoderoso: Convertios a mí de todo
corazón: con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones, no las
vestiduras: convertios al Señor Dios vuestro; porque es compasivo y
misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad, y se arrepiente de las
amenazas. Quizá se convierta y se arrepienta y nos deje todavía la bendición,
la ofrenda, la libación del Señor nuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno,
convocad la reunión; congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los
ancianos, congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba;
la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes,
ministros del Señor, diciendo: «Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, no
entregues tu heredad al oprobio; no la dominen los gentiles, no se diga entre
las naciones: ¿Dónde está su Dios? Que el Señor sienta celos por su tierra y
perdone a su pueblo».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 50, 3-4.
5-6ª. 12-13. 14 y 17
R./
Misericordia, Señor: hemos pecado.
Misericordia,
Dios mío, por tu bondad,
por
tu inmensa compasión borra mi culpa.
Lava
del todo mi delito,
limpia
mi pecado.
R./
Pues
yo reconozco mi culpa,
tengo
siempre presente mi pecado.
Contra
ti, contra ti solo pequé.
R./
¡Oh
Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame
por dentro con espíritu firme;
no
me arrojes lejos de tu rostro,
no
me quites tu santo espíritu.
R./
Devuélveme
la alegría de tu salvación,
afiánzame
con espíritu generoso.
Señor,
me abrirás los labios,
y
mi boca proclamará tu alabanza.
SEGUNDA LECTURA
Lectura
de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios. 5, 20-6,2
Hermanos: Somos embajadores de Cristo, siendo Dios
el que por medio nuestro os exhorta; os lo pedimos por Cristo: dejaos
reconciliar con Dios. El cual, por nosotros, hizo pecado al que no conocía el
pecado, para que por él llegáramos a ser justicia de Dios.
Os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de
Dios. Porque él dice: «En el tiempo de la gracia te escucho; en el día de la
salvación te ayudo».
Pues
mirad: Ahora es tiempo de la gracia; ahora es el día de la salvación.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura
del santo Evangelio según San Mateo. 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: -Cuidad
de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por
ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por
tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante como
hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles con el fin de ser
honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu
mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu
Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis no seáis como los hipócritas, a
quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas para que los
vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.
Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra
la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo
escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis no andéis cabizbajos, como los
farsantes que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os
aseguro que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y
lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está
en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Palabra del Señor.
Miércoles de Ceniza
26 de febrero de 2020
Hechos
que son Noticias
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