Domingo, 17 de noviembre de 2019
CITAS BÍBLICAS
- 1ra lect.: Malaquías 4, 1-2a
- Sal 144
- 2da
lect.: II Tesalonicenses 3, 7-12
- Evangelio: Lucas 21, 5-19
¿Cuándo ocurrirá todo esto?
Monición de Entrada
Estamos celebrando el penúltimo domingo del año litúrgico. Las lecturas de
hoy nos hablan del día de Yavé, o sea, del juicio final. Ellas nos animan a
perseverar en nuestra fe, aunque suframos por el Evangelio. Como nuevo pueblo
de Dios, vamos a prepararnos para ese día de Dios celebrando hoy con alegría y
júbilo esta eucaristía. Nos ponemos de pie para recibir la procesión con el
cántico de entrada.
Primera lectura:
Malaquías 4, 1-2a
El profeta Malaquías, en la primera lectura, nos habla del día de Yavé, o
sea, de la manifestación de Dios en los "últimos tiempos". Dice que
será un día ardiente para los injustos, pero para los justos, "brillará el
sol de justicia" o sea, Cristo. Yavé será como un padre, indulgente con
los justos. Escuchemos.
Segunda lectura:
II Tesalonicenses 3, 7-12
San Pablo, en su segunda carta a los tesalonicenses, teme que el anunció del
fin del mundo llame tanto la atención a los de Tesalónica que éstos se
despreocupen de sus deberes temporales. Por eso les exhorta a la paciencia y a
la perseverancia. Nosotros tenemos en san Pablo un buen ejemplo de trabajo y de
perseverancia en la fe, en la tribulación y en las adversidades. Escuchen
atentos este mensaje.
Tercera lectura:
Lucas 21, 5-19
El
evangelio está tomado del discurso de Lucas sobre la parusía. Toda la
descripción pertenece al género apocalíptico judío. Para Lucas, los dolores y
persecuciones por el evangelio y el testimonio de los discípulos, forman parte
de la historia de la Iglesia. Él nos aconseja mantener una actitud perseverante
por un tiempo indefinido. De pie, por favor, cantemos el Aleluya.
Oración
Universal:
Por la santa
Iglesia de Dios; para que la unidad y la caridad mutua reinen en la comunidad
cristiana universal. Roguemos al Señor.
Por todas las
naciones y por sus habitantes; para que puedan servir mejor a Dios Padre
todopoderoso en la paz, la justicia y en la prosperidad temporal. Roguemos al
Señor.
Por los que
padecen en su cuerpo o están turbados en el espíritu; para que el Señor alivie
sus dolores y les conceda la paz y la esperanza del cielo. Roguemos al Señor.
Por nuestros
difuntos; para que el Señor les dé el descanso eterno, los reciba en su Reino y
los corone de gloria. Roguemos al Señor.
Para que todos
los que participamos en esta Eucaristía nos amemos como hermanos. Roguemos al
Señor.
XXXIII Domingo. Tiempo Ordinario – Ciclo C
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