Domingo, 17 de noviembre de 2019
CITAS BÍBLICAS
- 1ra lect.: Malaquías 4, 1-2a
- Sal 144
- 2da
lect.: II Tesalonicenses 3, 7-12
- Evangelio: Lucas 21, 5-19
¿Cuándo ocurrirá todo esto?
"Jesús dijo
a algunos que admiraban la belleza del templo, vendrá un día en que no quedará
piedra sobre piedra".
El templo de
Jerusalén reconstruido en el año 19 AC era el símbolo de la fe y de la
presencia de Dios para el pueblo judío. Profecía escandalosa de Jesús.
Invitación a
aceptar la brevedad y fragilidad de las cosas humanas, la vida incluida.
"¿Cuándo
ocurrirá todo esto?"
Fecha de
caducidad. Consumir antes de…
Tu vida, el
mundo, todo tiene fecha de caducidad. Nada es eterno.
"Miren de
no ser engañados, porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: el tiempo está
cerca".
Hay predicadores
que parecen tener la bola de cristal y nos anuncian cada día el fin.
Hay iglesias
electrónicas que nos bombardean con el tiempo está ya cerca.
Hay sectas y
fanáticos cuyo único mensaje es el del mundo se acaba.
"Miren de
no ser engañados. No se vayan tras ellos, "nos aconseja el mismo Señor.
Esta palabra es
la condena de todos esos visionarios que anuncian lo que no conocen.
El futuro
pertenece sólo a Dios. Y su presencia y sus promesas son nuestros compañeros en
este presente de nuestras vidas.
El primer aviso
de Jesús a todos nosotros es "cuidado con los falsos profetas".
Tenemos que
vivir nuestra vida día a día, "a cada día le basta su afán", sin
preocuparnos por el cuando.
Jesús no quiere
que sus seguidores se zambullan en la fiebre apocalíptica que obsesiona a
tantos predicadores. Jesús no quiere que nos arrojemos en los brazos de un
charlatán de feria que dice tener la solución a tus problemas. Jesús no quiere
que nos dejemos embaucar por los profetas que nos prometen el paraíso en la
tierra.
Sin perder de
vista el futuro de Dios, tenemos que enfocar el presente y vivirlo en el
servicio y en el compromiso, en la lucha y en la oración.
"Cuando
oigan ruido de guerras y revoluciones no se espanten".
El segundo aviso
de Jesús es no tener miedo.
La naturaleza
ruge. Los volcanes vomitan sangre. Los huracanes matan. Los hombres se arman
para hacer la guerra…
Y nosotros,
aturdidos y mudos, preguntamos: ¿cómo se puede creer en Dios y en su programa
de felicidad ante el azote de tanta desgracia?
¡Qué prueba para
la fe!
Abrahán a pesar
de todo creyó. Y a pesar de todo la esperanza. Dios es el dueño de la historia
pero hay que saber esperar. El futuro es de Dios y nuestro futuro está en las
manos providentes de Dios.
El Señor nos
invita a amar nuestro hoy con sus pequeñas o grandes catástrofes.
El futuro
radiante de Dios tiene que iluminar tu catástrofe de hoy.
Reconstruir la
vida que Dios nos ha dado.
Mirando a lo que
tienes. Mirando a lo que es posible. Mirando lo que puedes hacer.
Reconstruir
después de la catástrofe: divorcio, droga, muerte, trabajo, fracaso…
Reconstruir con
el baño de sangre que nos hace amigos de Dios y hermano de los hermanos.
Tres promesas:
§
Yo les daré palabras…
§
No perderán un cabello de su cabeza…
§
Con su aguante ganarán la vida.
La fe no nos
ahorra el sufrimiento pero nos da la vida.
La fe no nos
ahorra el trabajo pero le da sentido.
La fe no nos
dice el cuándo pero nos empuja a caminar.
La fe es para
hoy.
Para mañana sólo
el amor..
XXXIII Domingo. Tiempo Ordinario – Ciclo C
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