(Protectora de la República Dominicana)
Color: Azul / Blanco
Lunes, 21 de enero de 2019
Sagrada Escritura:
Isaías 7, 10-14 O bien Ec (Sirácides) 24, 23-31
Sagrada Escritura:
Isaías 7, 10-14 O bien Ec (Sirácides) 24, 23-31
Gálatas 4, 4-7
Lucas 1, 39-48
1ªL: Isaías 7,10-15. La joven muchacha da a luz al Emmanuel
Yavé se dirigió otra vez a Ajaz, por medio de Isaías, para decirle: “Pide a Yavé, tu Dios, una señal, aunque sea en las profundidades del lugar oscuro, o en las alturas del cielo.” Respondió Ajaz: “No la pediré, porque no quiero poner a prueba a Yavé.”
Entonces Isaías dijo: “¡Oigan, herederas y herederos de David! ¿No les basta molestar a todos y todas, que también quieren cansar a Dios? El Señor, pues, les dará esta señal: La muchacha está embarazada, y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emmanuel. El niño, luego, se alimenta de leche cuajada y miel hasta que sepa rechazar lo malo y elegir lo bueno”.
Palabra de Dios
Salmo: Lc 1,46-56: El Señor hizo en mí maravillas, Gloria al Señor.
Celebra todo mi ser la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en el Dios que me salva, porque quiso mirar la condición humilde de su esclava, en adelante todos los hombres dirán que soy feliz.
En verdad el Todopoderoso hizo grandes cosas para mí, reconozcan que Santo es su Nombre que sus favores alcanzan a todos los que le temen y prosiguen en sus hijos. Su brazo llevó a cabo hechos heroicos, arruinó a los soberbios con sus maquinaciones.
Sacó a los poderosos de sus tronos y puso en su lugar a los humildes; repletó a los hambrientos de todo lo que es bueno y despidió vacíos a los ricos.
De la mano tomó a Israel, su servidor, demostrándole así su misericordia. Esta fue la promesa que ofreció a nuestros padres y que reservaba a Abrahán y a sus descendientes para siempre.
Hermanas y hermanos: Escúchenme: en una casa, el hijo ya es dueño de todo, pero mientras es niño, en nada se diferencia del esclavo. Está sometido a quienes lo cuidan y se encargan de sus asuntos hasta la fecha fijada por su padre. Lo mismo nosotros pasamos por una etapa de niñez y estuvimos sometidos a las fuerzas y principios que rigen al mundo. Pero, cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, el cual nació de mujer y fue sometido a la Ley, con el fin de rescatar a los que estaban sometidos a la Ley, para que así llegáramos a ser hijos adoptivos de Dios. Ustedes ahora son hijos; por esta razón Dios mandó a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre: ¡Abba! o sea: ¡Papá! Así, pues, ya no eres esclavo, sino hijo, y tuya es la herencia por gracia de Dios.
Palabra de Dios
3ª Ev: Lucas 1,26-38. Hágase en mí según tu Palabra
En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una joven muchacha que vivía en una ciudad de Galilea llamada Nazaret, y que era prometida de José, de la familia de David. Y el nombre de la Virgen era María.
Entró el ángel a su presencia y le dijo: "Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo". Estas palabras la impresionaron muchísimo y se preguntaba qué querría decir ese saludo.
Pero el ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Vas a quedar embarazada y darás a luz a un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande, y con razón lo llamarán: Hijo del Altísimo. Dios le dará el trono de David, su antepasado. Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás".
María entonces dijo al ángel: “¿Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún hombre?”
Contestó el ángel: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu parienta Isabel: en su vejez ha quedado esperando un hijo, y la que no podía tener familia se encuentra ya en el sexto mes del embarazo; porque para Dios nada es imposible.”
Dijo: María: “Yo soy la esclava del Señor; hágase en mí lo que has dicho”. Después de estas palabras el ángel se retiró.
Palabra del Señor
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