Domingo, 22 de diciembre de 2019
CITAS BÍBLICAS
- 1ra
lect.: Isaías 7, 10-14
- Salmo
23
- 2da lect.: Romanos 1, 1-7
- 2da lect.: Romanos 1, 1-7
- Evangelio: Mateo 1, 18-24
" La figura
silenciosa del Adviento"
En la vida hay
muchos caminos, el del crecimiento, el del éxito, el de la fe, el de la
felicidad…
Estaba yo un día
en uno de esos caminos cuando vi a lo lejos un toro enorme y amenazante
bloqueando mi camino. Estaba yo muerto de miedo y orando para que
desapareciera, pero el toro no se movía. En ese momento escuché una voz
interior que me decía: haz lo que tengas que hacer, pero tienes que seguir
adelante.
Decidí reunir
todas mis fuerzas y coger el toro por los cuernos, pasara lo que pasara.
Caminé con
decisión y me enfrenté al toro.
No creerán lo
que sucedió. El toro me dijo: "¿Por qué tardaste tanto tiempo en llegar
hasta mí? ¿Tenías miedo? Te he estado esperando para llevarte, sube a mi lomo y
dime adonde quiere ir".
Lo que a veces
parece un gran problema se convierte en una bendición.
Valor para
encontrar la bendición y superar el miedo es lo que necesitamos.
"José, no
tengas miedo en llevarte a María como esposa"…
Una palabra de
seguridad que Dios dirige a todos sus elegidos es la de "no tengas
miedo".
Abrahán, Daniel,
Zacarías, Pedro, María Magdalena, María y José y tantos otros escucharon esta
consigna: "no tengas miedo".
Hoy, la
escuchamos nosotros.
Hoy, al
acercarnos a la Navidad, al misterio del amor, tiene un significado especial
para nuestra comunidad.
Todos tenemos
muchas razones para tener miedo: miedo al terrorismo, miedo a los aviones,
miedo al sida, miedo al marido borracho, miedo a perder el trabajo, miedo a la
cárcel, miedo a la muerte, miedo a perder la botella, miedo a perder el poder,
miedo a ir la cárcel…
José tuvo miedo.
Según el Libro de los Números tendría que haber llevado a juicio a María
embarazada.
Dios no nos
quiere quitar este miedo, que es natural y con el que tenemos que vivir.
Hay un miedo que
sólo se puede vencer con el amor perfecto. Y el amor perfecto es el que
celebraremos el día de Navidad, el del Enmanuel, Dios con nosotros, un Dios
hecho carne, nacido de mujer a los nueve meses, alimentado por el pecho de una
mujer, traicionado con un beso…
El miedo vencido
por el Dios con nosotros que nos trae la salvación
El evangelio no
es una terapia para curarnos de los miedos normales, pero sí para curarnos de
los miedos que destruyen nuestra relación con Dios.
Toda la vida
cristiana es un esfuerzo por amar como Jesús nos amó. Y el camino para
conseguirlo se llama: confianza.
En Navidad Dios
se fía de María, se fía de José, padre adoptivo, se fía de los apóstoles y hoy,
se fía de nosotros.
Si Dios se fía
de nosotros, ofrezcámosle también nuestra confianza.
No tenga miedo a
Dios. Dios es el Dios de la cuna y de la cruz.
No tenga miedo
al infierno. Pero no se olvide de amar.
No tenga miedo
al riesgo.
La Navidad que
celebraremos el día 25 no es el final de nuestros miedos, pero sí puede ser el
principio de un nuevo amor.
IV
Domingo. Tiempo ADVIENDO – Ciclo A
Vivencias de interés
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