lunes, 31 de diciembre de 2018

Moniciones para la Solemnidad de Santa María, Madre Dios

Color: Azul o blanco
1 de enero de 2019
Sagrada Escritura:
Primera: Num 6, 22-27
segunda: Gál 4, 4-7
Evangelio: 
Lc 2, 16-21

Monición de entrada


Son varias las ideas que enriquecen este día dentro del tiempo litúrgico navideño en que celebramos el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios: Octava de Navidad, circuncisión y nombre de Jesús, maternidad divina de María, jornada mundial de la paz y comienzo del año civil. La liturgia nos presenta hoy a la Madre de Dios en esta fiesta que desde el siglo quinto fue la primera fiesta mariana de la Iglesia. Por su “SI” a la voluntad de Dios, María dio a la luz a la fuente de la gracia. Por lo tanto ella es Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Ella es símbolo de la comunidad cristiana, en donde los creyentes, encontramos a Cristo. Expresemos nuestra fe cantando, para recibir a los ministros de esta Eucaristía.


Primera lectura: Num 6, 22-27 (Fórmula de bendición sobre el pueblo israelita)

La presencia de Dios en el Antiguo Testamento fue asociada con su Nombre invocada en Bendición. Estamos bendecidos con la presencia de Cristo entre nosotros. Escuchemos la bendición de Aarón que se nos presenta en la esta lectura.


Segunda lectura: Gál 4, 4-7 (Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer)

El relato de la Navidad no es simplemente algo sentimental. Dios Padre envió a su Hijo para que podamos ser Hijos de Dios. Cristo nació de María para liberarnos y salvarnos. Escuchemos esta corta lectura en donde San Pablo habla de la Virgen María.


Tercera lectura: Lc 2, 16-21 (A los ocho días le pusieron por nombre Jesús)

En el siguiente texto evangélico vemos cómo María guardaba en su corazón todas las cosas del nacimiento de su Hijo. La Solemnidad de la Maternidad de María, fijada el día primero de enero, está destinada a celebrar la parte que tuvo María en el misterio de la salvación y a exaltar la singular dignidad de que goza la Madre Santa, por la cual merecimos recibir al Autor de la vida. Nos ponemos de pie para cantar el Aleluya antes de escuchar la proclamación del Evangelio.


Oraciones de los fieles

1. Por la Santa Iglesia de Dios: para que al celebrar las fiestas de Navidad, todos sus fieles renazcan a una vida de justicia, de libertad, de amor y de paz. Roguemos al Señor.

2. Por todas las naciones del mundo: para en este nuevo año reine la paz y la justicia. Roguemos al Señor.

3. Por los hijos y los padres: para que aprendan a escucharse los unos a los otros. Roguemos al Señor.

4. Por todos los que en otros años celebraban con nosotros estas santas fiestas y han partido de este mundo: para que en el Reino eterno contemplen el rostro de Cristo. Roguemos al Señor.

5. Por todos nosotros aquí reunidos: para que seamos fieles a Cristo y a nuestro compromiso cristiano durante este nuevo año. Roguemos al Señor.


Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 238)

En verdad eres digno de toda bendición, Señor Dios Padre,
porque nos diste como madre a María la Madre de Jesús.
Ella impulsó el nacimiento de tu pueblo, la Iglesia,
al soplo potente del Espíritu en la mañana de Pentecostés;
y en medio de la comunidad de hermanos alentó ndesmayable
la difícil esperanza del Reino en el mundo de los hombres.

Derrama hoy, Señor, la fuerza irresistible del Espíritu
que fecundó a Santa María Virgen y afianzó los primeros pasos
de la Iglesia, para que no mueran en nuestras manos
las causas encendidas de tu Espíritu, sino que reflejemos
el empuje misionero de la primera comunidad cristiana.

Amén


Tomado prestado de Catholic.net
 La Palabra de Dios, que nos ha acompañado cada día del año, se despliegue como Verbo encarnado y como Palabra de Dios escrita en la Biblia y proclamada por miles de hombres y mujeres.
Estamos convocados a ser Iglesia que testifica y da luz, porque ella misma se alimenta de la llama eterna que es Jesucristo.  Aún no hemos visto a Dios en plenitud, pero sí a su Hijo, gracias al testimonio de millones de personas.  Me comprometo a seguir llevando tu luz, que ningún poder oscuro podrá consumir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario