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Misa de Medianoche
24 de diciembre
de 2018
Sagrada Escritura:
Primera: Isaías 9, 1-3.5-6
segunda: Tito 2, 11-14
Evangelio: Lucas 2, 1-14
Sagrada Escritura:
Primera: Isaías 9, 1-3.5-6
segunda: Tito 2, 11-14
Evangelio: Lucas 2, 1-14
LEE LA PALABRA DE DIOS Lc 2, 1-14 (Qué dice la Palabra de Dios)
La
solemnidad de Navidad ofrece tres textos litúrgicos para la celebración de las
Misas de la víspera, de la aurora y del día. Escogemos el Evangelio del relato
del nacimiento de Jesús, que nos trasmite san Lucas.
1. Dio a luz a su Hijo primogénito (v. 7)
1. Dio a luz a su Hijo primogénito (v. 7)
·
Lucas compone un relato
histórico y teológico sobre el nacimiento de Jesús. Los datos históricos
aparecen en los primeros versículos (1-5): el emperador Augusto, el gobernador
Quirino, José y María. Y en estas indicaciones elementales, el evangelista va
describiendo los aspectos teológicos del niño que nace como ser humano en la
pobreza.
·
En este Niño, desprotegido
y débil, está presente, nace como descendiente del rey David. Según los
profetas el Mesías nacería de la familia de David en Belén (Mal 5, 1).
·
Este Niño es el Salvador,
Mesías y Señor (v. 11). Lucas enfoca el nacimiento de Jesús desde la
perspectiva de la fe de Pascua. Los signos pascuales son: la gloria del Señor
(v. 14), la alegría (v. 10) y la universalidad de la salvación: para todo el
pueblo (v. 10).
·
Jesús viene a traer la
salvación y la liberación, desde su aceptación de la precariedad y pobreza que
esclavizan a muchos humanos. A todos quiere ayudar con la oferta de su
redención.
2. Gloria a Dios en las
alturas y en la tierra paz a los hombres… (v. 14)
·
El cántico de los ángeles
dan el tono al acontecimiento salvador. La “gloria de Dios” que ama y quiere
salvar a todos, es la finalidad primera del nacimiento de Jesús.
·
La gloria de Dios se va
realizando en la historia humana. Dios ha querido acercarse todo lo posible al
hombre. Que no es un ser olvidado de Dios. Es el ser preferido del amor de
Dios, que nos envía a su Hijo en figura y presencia humanas, en la pobreza y en
el olvido de muchos.
·
Ese Niño es Dios y se hace
pequeño, sencillo y cercano. Para que superemos todo miedo a la grandeza de la
divinidad y nos acerquemos a Él con toda confianza. La gloria de Dios queda
manifestada en la pobreza y sencillez, signos de la condición humana.
·
La “paz”. Es el mensaje de
los ángeles que pregonan el gran regalo que nos trae el recién nacido. La paz
es la síntesis de todos los bienes que el Señor nos obsequia. La paz es también
la plenitud de la vida que el Resucitado imparte a los discípulos (Jn 20, 19 y
21).
·
La paz es la consecuencia
del amor de Dios. Paz a los hombres que ama el Señor (v 14). Jesús viene a
mostrarnos el rostro amable y misericordioso del Padre. Lucas es quien más
resalta el aspecto misericordioso del Señor.
3. Vamos a Belén (v. 15)
·
Los pastores se animan unos
a otros: Vamos a Belén a ver eso que ha sucedido y que el Señor nos ha
manifestado.
·
Ante una noticia tan
sorprendente los pastores se ponen inmediatamente en camino para ver lo que los
ángeles habían anunciado. Varios gestos de los pastores quedan reseñados en el
texto:
·
- Vamos a Belén (v. 15): se
motivan para ir al encuentro del Mesías;
·
- Fueron de prisa (v. 16),
con ganas de llegar al lugar;
·
- Encontraron a María, a
José y al niño acostado en el pesebre (v. 16);
·
Regresaron glorificando y
alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído (v. 20).
·
Comunicaron lo que había
visto y oído acerca del Niño.
·
Son los primeros testigos
ante el pueblo de la presencia de Dios entre los hombres. Los pastores
escuchan, se mueven, experimentan, se alegran, alaban y anuncian.
·
Es cierto: los pobres son
los que captan el mensaje del Evangelio porque sus corazones están más abiertos
que los que viven satisfechos con sus bienes.
3. MEDITA (Qué me/nos dice la Palabra de Dios)
·
Tratemos de profundizar en
el misterio. Mejor. Que el misterio de un Dios tan pequeño u necesitado entre
en lo más íntimo de nuestro ser. Éste es el mayor milagro que Dios ha
realizado: un Niño se nos ha dado, un Niño débil, pobre, sencillo, necesitado y
cercano encierra todo la grandeza de Yahvé.
·
Ya no podemos tener miedo
ni recelo a este Dios que busca ansiosamente nuestra amistad, nuestra respuesta
de amor. ¿Qué más puede hacer Dios por llegar a tu corazón?
·
Y Jesús quiere ser
reconocido hoy en los débiles, necesitados y marginados. Gracias a su
nacimiento, los humanos somos más hermanos y también participamos de Dios,
porque el mismo Dios está participando de nuestra naturaleza humana.
4. ORA (Qué le respondo al Señor)
Gracias,
Padre, por enviarnos a tu mismo Hijo como tierno Infante (que no puede hablar),
para que sea tu Palabra ante nosotros y nuestras palabras ante Ti. Tu Hijo, el
Verbo preexistente desde siempre, por quien fueron hechas todas las cosas, ya
se ha hecho semejante a nosotros, para que también nosotros seamos semejantes a
Ti, Padre.
Recíbenos,
Padre, por tu Hijo y Hermano nuestro. Junto con María y José, adoramos a tu Hijo,
que ya es parte de nuestra historia y de nuestras esperanzas.
5. CONTEMPLA
5. CONTEMPLA
A
este Niño débil, que quiere entrar en tu vida del todo y para siempre. Hazle un
sitio en tu corazón. Él ha dado este salto hasta nosotros, para acompañarnos en
nuestro camino hacia la felicidad, hacia la vida que Él nos trae.
6. ACTÚA
6. ACTÚA
Agradeceré
al Padre, a Jesús, a María, por el don de nuestro Hermano.
Repetiré:
la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1, 14).
Recitamos
el salmo 96(95). Repetimos todos: Canten al Señor un canto nuevo.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones
porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda;
decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente».
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones
porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda;
decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente».
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
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Natividad del Señor: 24 de diciembre de 2018
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